Como Mejorar la Comunicación de un Hotel con Una Actividad.
Buenos y felices días tengas todos ustedes mis queridos
colegas, pero sobre todo ¡Feliz Navidad!
Probablemente sea una frase y unos deseos muy repetidos y
trillados en estos días, pero en verdad deseo que donde quiera que estén
leyendo esto, en sus casas, en el trabajo, en privado o disfrutando de la
compañía de algunos seres queridos, la paz, el amor y el equilibrio esté
presente en sus vidas.
Como bien saben, para la industria turística no hay fechas o
descansos obligatorios, y en algunas zonas dependiendo donde se esté laborando,
son días de mayor ocupación y demanda, así que pedir vacaciones en estas fechas
es casi imposible.
Peor a pesar de que las condiciones son específicas para
laborar a marchas forzadas, normalmente, en todos los equipos de trabajo se dan
oportunidad de poder celebrar con nuestra segunda familia, estas festividades y
así disfrutar sin descuidar nuestra profesión.
Durante mis años en esta industria he podido convivir y ser
partícipe de varias navidades con mis compañeros, pero una de las que más me
gustaron y cada que tengo oportunidad replico es esta.
Cuando me encontraba laborando para el departamento de
reservaciones el gerente general en turno anuncia que habrá un intercambio de
Navidad en el cual todo el hotel estaría involucrado, la idea era ambiciosa ya
que para un lugar con aproximadamente 150 colaboradores, la logística tendría
que desarrollarse con la mayor precisión posible y además retadora. La mecánica
muy simple, se destinaron dos días a principios de mes para que al checar
entrada todos pudieran dejar su nombre y departamento al que pertenecían en una
gran tómbola, dos días ya que los que descansaran en el primero podrían hacerlo
al día siguiente, y una vez verificados que todos los nombres estuvieran ahí
durante dos días al entrar en turno sacaríamos un nombre al cual, esa persona
seria a quien daríamos dicho regalo.
En cada departamento se colocaron carteles con los nombres
de todos los integrantes del área donde además de sus nombres con foto había 3
datos de cada quien. Color favorito, comestible favorito (para no especificar
si es comida, dulce o bebida) y género de música favorito. Información general
para unos pero para los demás totalmente nueva y considerando que todos los
intercambios se organizaron de tal forma que no fueran entre el mismo
departamento las probabilidades que te tocara a alguien que no conocías mucho
eran muy elevadas.
Se estableció un presupuesto modesto donde cualquiera
pudiera destinar para el regalo y obviamente con los carteles promovía que los
colaboradores visitaran las áreas para investigar los gustos del otro.
Llego el día de Navidad y la mayoría de los empleados
estábamos presentes, todos con el regalo y listos para realizar el intercambio,
se procuró reunir a todos en una hora no tan demandada para tener a la mayor
parte del personal en la actividad y claro, dejando guardias en cada área para
no descuidar el servicio. Una vez en el salón recibimos una rápida felicitación
de nuestro gerente general explicándonos que lo más importante de nuestro
trabajo es también sentirnos parte de una familia, y trabajando en equipo, los
objetivos podían ser más fáciles de alcanzar.
Todos pensamos que la idea sería buscar al compañero y dar
el regalo, pero nuestro gerente puso las siguientes reglas. - El intercambio se
hará de la siguiente manera – cito – dirán nombre departamento y todos harán
las mismas dos preguntas, ¿durante este año te ayude en algo? Y ¿Qué puedo
hacer yo para facilitar tu trabajo?, obviamente quien recibe el regalo dará sus
respuestas e inmediatamente dirá a la persona que le toco con la misma mecánica
y así sucesivamente. Las personas que no estén presentes o que estén en turno,
un representante recibirá el obsequio, pero tendrá la responsabilidad de enviar
sus respuestas por escrito a la persona que le dio el obsequio.
Todos quedamos sorprendidos por qué parecía como si nuestro
gerente quisiera hacer polémica o crear rencillas donde era un momento de
armonía, pero nos dijo claramente –, por favor, háganlo de esa forma con la
mayor honestidad posible y se sorprenderán de lo que escucharan. Y efectivamente los regalos quedaron en
segundo lugar y ahora todos estábamos interesados en las respuestas de cada
quien y fue maravilloso lo que paso.
Nos encontramos con la sorpresa que aunque nos conociéramos,
no nos ayudábamos mucho y sin duda eso había que mejorarlo, y en cuanto a la
segunda pregunta, había respuestas muy interesantes, hubo muchas personas que
dijeron que pidiendo las cosas con más cortesía y sin tanta desesperación todo
sería más fácil, había colaboradores que querían mayor entendimiento, ya que
había tareas con mayor prioridad que otras y así sucesivamente empezamos a
entender mejor las necesidades de cada quien y de los departamentos en general,
y lo mejor es que al ver todas las respuestas podías ver cómo se pueden apoyar
entre equipos aunque tu personalmente no estés involucrado y todos aprendimos
de todos.
Efectivamente, la reunión fue ágil y muy interesante,
nuestro gerente había logrado en una sola actividad lo que muchos líderes no
pueden hacer en equipos de trabajo de mucho tiempo, mejorar la comunicación
interdepartamental y empatizar de forma real. La actividad fue rápida pero dio
pie a que después del intercambio siguiéramos platicando acerca de cómo mejorar
nuestros procesos y como meta trazamos que en el siguiente intercambio, fueran
menos respuestas negativas al preguntar ¿durante este año te ayude en algo?
Y mi regalo que por cierto fue un bonito cinturón, fue un
gran recuerdo y lección de cómo mejorar los procesos de comunicación en todo el
hotel.
PD. La Navidad…no es un acontecimiento, sino una parte de su
hogar que uno lleva siempre en su corazón.
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